La comadrona es el profesional de la salud que la OMS propone como el profesional idóneo y experto en embarazo, parto y postparto.

 

La comadrona cursa una carrera universitaria (enfermeria) más una especialización (matrona), y puede ejercer su profesión en hospitales, clínicas, centros de salud, casas de partos y en domicilio, trabajando de forma autónoma o en equipo.

 

No somos médicos, ni asistentes de médico, ni doulas, ni no-profesionales.

 

Somos profesionales especialistas en la maternidad, la gestación, el nacimiento y la crianza.

 

Durante el nacimiento, la comadrona asiste el parto, recibiendo al bebé y cuidando de que la mujer no se desgarre. Nos ocupamos de la inmediata interacción entre la madre y su bebé, porque sabemos que de ello depende el bienestar de ambos,  asistimos al alumbramiento de la placenta y suturamos si hace falta.

 

Es errónea la creencia de que el médico ha reemplazado a la comadrona y que es más seguro.

 

Según la OMS, el parto no es una enfermedad.
Actualmente se somete a un 98% de mujeres sanas a rutinas y tratamientos que deberían limitarse sólo a los casos en los que se justifique. La creencia de «y por las dudas», como se ve en las cesáreas, aumenta de forma alarmante las tasas de morbi-mortalidad perinatal. Cada vez son más los bebés y las mamas dañados por cascadas de intervenciones. Los médicos son especialistas en la enfermedad. Las comadronas somos especialistas en la normalidad y la fisiologia.

 

Ofrecemos:
  • Asesoramiento preconcepcional.
  • Atención prenatal durante los 9 meses de embarazo.
  • Acompañamiento durante el trabajo de parto y asistencia al parto.
  • Atención en el postparto, con apoyo a la lactancia y a la crianza.
  • Asesoramiento en salud sexual y reproductiva.
  • Asesoramiento sobre los derechos en el parto y nacimiento y las prácticas recomendadas.
  • 24 horas de disponibilidad, los siete días de la semana

 

Creemos en:
  • El nacimiento como un evento natural.
  • El acompañamiento y continuidad holísticos de los  cuidados durante embarazo, parto y posparto.
  • La libre elección del lugar de nacimiento.
  • El uso apropiado de la tecnología basado en la evidencia científica.
  • La relación cooperativa no autoritaria entre la mujer y la comadrona.
  • El derecho a elegir, brindando alternativas.
  • Un mundo sin violencia obstétrica

 

La comadrona sabe que la mayoría de mujeres son capaces de dar a luz con apoyo y un mínimo de asistencia, confiando en su cuerpo, y esperando en calma y en alerta, con consciencia.

 

Cuando se interviene activamente el parto, por la ansiosa necesidad de “hacer algo“ se despoja al proceso de la fisiología adecuada para un nacimiento saludable.

 

La comadrona invisible entiende los ritmos de las mujeres y los misterios del nacimiento.
Esa es la clave, saber acompañar, dejar fluir, empoderar.